DRUMBEAT is the world’s first structured learning program using music, psychology and neurobiology.

Mediante nuestra relación con el Centro Internacional de Franquicias Sociales (ICSF por sus siglas en inglés), hemos estado ayudando a organizaciones que quieren escalar su trabajo. Un ejemplo de esto es el proyecto con Holyoake, el Instituto Australiano para Resoluciones de Adicción al Alcohol y a la Droga. Sin entrar en temas que son asunto de Holyoake, este artículo presenta algunas de las perspectivas que hemos ganado mediante éste y otros proyectos que tienen relevancia para el escalamiento y réplica de proyectos de manera más general.

Holyoake nos pidió ayudar a su equipo a explorar algunas opciones para desarrollar un modelo para replicar DRUMBEAT en otros países mediante un sistema de franquicias. DRUMBEAT es uno de los primeros programas de aprendizaje estructurados del mundo que usan música, psicología y neurobiología. El acrónimo DRUMBEAT (Por sus siglas en inglés) traduce a lo siguiente: Descubriendo Relaciones Usando Música, Creencias, Emociones, Actitudes y Pensamientos. Los beneficiarios del programa tienden a ser personas que buscan mejorar sus relaciones y éste ha tenido una amplia aplicación en colegios, servicios de salud mental, atención al adulto mayor y prisiones.

En primer lugar, a continuación se presentan algunas definiciones. La réplica social hace referencia al proceso de establecer un proyecto exitoso con propósito social en una nueva locación. El escalamiento es un programa que permite a los proyectos con propósito social ser adaptados a múltiples lugares. ICSF usa una escala de réplica que ayuda a las organizaciones a pensar cuál es la mejor estrategia de escalamiento para ellos.

Una discusión que por lo general surge durante este proceso es acerca de los pros y contras de una franquicia o una concesión como estrategias competitivas. Al decidir cuál de estas opciones priorizar, por lo general hay cuatro factores a tener en cuenta:

  • El grado de control deseado; si una organización quiere manejar de manera cercana del trabajo de los implementadores de sus proyectos o servicios, entonces un acuerdo de franquicia conviene más que un acuerdo de concesión o licencia.
  • Nivel de ambición; aunque los acuerdos de concesión o licencia permiten establecer algunas metas, la relación que permite un acuerdo de franquicia es mucho más propicia para la búsqueda de metas financieras y especialmente, metas de impacto.
  • Garantía de calidad; generalmente un enfoque cercano y con más involucramiento por parte de la organización que se está replicando se espera en un marco de franquicia, más que un enfoque en manejo a la distancia que tiende a generar un proceso de concesión o licencia.
  • Desarrollo de relaciones; como está implícito en el punto anterior, un acuerdo de concesión o licencia tiene un menor énfasis en la interacción regular entre la organización creadora y el implementador, más que el tipo de relaciones que implica un modelo de franquicia.

Si la franquicia social y concesión o licencia emergen como dos opciones líderes, estos cuatro temas ofrecen un punto de partida para una discusión sobre la opción más conveniente para una organización.

Una vez una opción particular se ha escogido para el proceso de escalamiento, por lo general la atención se centra en el diseño de un sistema para escalar. Una vez más, un tema común para discusión y debate es acerca del tipo de individuos, empresas u organizaciones que pueden ser reclutadas como implementadoras en sus locaciones. Puede ser útil pensar en términos de categorías o perfiles de implementadores que representen diferentes características.

Por ejemplo, la Categoría 1 de Implementador puede ser una organización mediana o grande basada en un área urbana con acceso a una buena infraestructura y personal especializado. Puede ser del sector privado o sin ánimo de lucro, como lo es un proveedor de salud importante, con un gran número de clientes usando los servicios regularmente y con una facturación financiera suficiente que permita invertir en nuevas iniciativas.

La Categoría 2 de Implementador puede ser una organización pequeña o mediana, bien establecida como empresa social que sirve a clientes dentro de un área definida. Este implementador puede operar un pequeño número de servicios cuando hay alta demanda localmente y busca innovar mediante nuevas ideas, para las cuales una demanda razonable ha sido identificada. Necesita atraer financiación para nuevos trabajos, pero tiene una reputación por su calidad y resulta significativo que financiadores existentes estén abiertos a apoyar una estrategia de escalamiento.

Una Categoría 3 de Implementador puede ser una organización comunitaria o de base, posiblemente ubicada en un área rural o remota con una densidad poblacional más baja en comparación con contextos urbanos. Puede tener fuertes redes comunitarias y de apoyo y estar trabajando con grupos vulnerables o marginalizados como jóvenes desvinculados de actividades productivas o padres solitarios. Puede tener recursos organizativos e infraestructura limitados, pocos profesionales especializados y personal que cubre más de una función en la organización. Por ejemplo una misma persona puede estar a cargo de la gerencia y procesos de entrenamiento.

El valor de este enfoque para diseñar una red de implementadores es que trae un enfoque práctico al tema. El propósito de reclutar diferentes categorías de franquicia es lograr un balance adecuado de sostenibilidad financiera e impacto que es fundamental para un proceso exitoso de escalamiento.

Las estrategias para el escalamiento de proyectos es un tema fascinante ya que va directo al corazón de cómo el sector social y comunitario puede maximizar su impacto para las personas a quienes sirve. DRUMBEAT es un ejemplo excelente de un programa probado con gran potencial.