Como aliados estratégicos de Spring Impact, hemos tenido el placer de coordinar este año un estudio internacional sobre los enfoques basados en el lugar para el desarrollo de la primera infancia, con el apoyo de la Fundación Conrad N. Hilton. El término «basado en el lugar» era nuevo para nosotros, pero pronto quedó claro cómo esta forma de pensar y hacer sustenta gran parte de nuestro trabajo.

Los enfoques basados en el lugar desplazan la atención de la práctica del desarrollo de los proyectos y programas al lugar, es decir, a una zona geográfica subnacional concreta como un condado, un distrito o una municipalidad. La lógica que subyace a estos enfoques es que el bienestar está estrechamente ligado a la geografía y que la mejora de la situación de las personas que viven en ella requiere una acción adaptativa, receptiva y cooperativa por parte de un conjunto diverso de actores. En lugar de prescribir un conjunto concreto de actividades para abordar una necesidad o un problema social complejo, los enfoques basados en el lugar obligan a una amplia gama de personas de diferentes sectores y secciones de la comunidad a preguntarse: «¿Cómo podemos trabajar juntos para hacer de este un lugar mejor?».

Esta lógica vincula el impacto social a la acción motivada a nivel local. Si el bienestar está estrechamente ligado a la geografía, y la mejora de la situación de las personas que viven en ella requiere una acción adaptativa y receptiva, entonces nadie está mejor posicionado para impulsar esa acción que las personas más estrechamente connectadas a ese lugar. Mientras que muchos enfoques del desarrollo social y económico valoran la participación y el empoderamiento locales, los enfoques basados en el lugar enmarcan el liderazgo, la información y la toma de decisiones a nivel local como absolutamente cruciales para el éxito.

Esto coincide en gran medida con nuestra experiencia en entornos de desarrollo social. Por ejemplo:

Comunidades más fuertes para los niños

La iniciativa Comunidades más fuertes para los niños (Stronger Communities for Children), también conocida como SCfC por sus siglas en inglés, fortalece capacidades en las comunidades Aborígenes remotas con el fin de dar a los niños el mejor comienzo en la vida. Trabajando en estrecha colaboración con nuestros socios de Ninti One, y con la financiación del Gobierno Australiano, hemos querido garantizar que la población local tenga una verdadera voz en las decisiones tomadas sobre la prestación de servicios. En 2017, Community Works llevó a cabo una revisión de la literatura sobre Impacto Colectivo que informó el marco estratégico utilizado por Ninti One para diseñar e implementar SCfC. Desde entonces, Steve Fisher ha trabajado estrechamente con las comunidades locales para planificar, monitorear, evaluar y aprender de la iniciativa. Su guía para medir el cambio local puede consultarse aquí.  Escuche a los miembros de la junta comunitaria hablar de sus experiencias con SCfC aquí.

Ciudades Amigables con la Salud Mental 

Community Works ha apoyado la iniciativa Ciudades Amigables con la Salud Mental desde su creación como aliado clave de citiesRISE, una plataforma global dedicada a transformar la política y la práctica de la salud mental. La iniciativa está enfocada en los municipios urbanos como motivadores del cambio, lugares en los que la cooperación intersectorial para integrar medidas de mejora de la salud mental puede conducir a un cambio más amplio de los sistemas. Las Ciudades Amigables con la Salud Mental facilitan y aprovechan el liderazgo de los jóvenes para cambiar la narrativa en torno a la salud mental, mejorar el acceso a la ayuda, fomentar la cohesión social y crear entornos que favorezcan el bienestar. La acción coordinada a nivel local y el intercambio de conocimientos entre ciudades son factores cruciales para identificar soluciones probadas y acelerar su adopción.

Seguimiento a las actividades de subvención

En colaboración con Ninti One, Community Works ha estado haciendo seguimiento a un programa financiado por el gobierno para el desarrollo socioeconómico de las comunidades Aborígenes e Isleñas del Estrecho de Torres en toda Australia. Este seguimiento y revisiones están «basadas en el lugar» en el sentido de que los equipos de evaluación adoptan un enfoque holístico e intersectorial para comprender el impacto del programa en zonas remotas específicas, y determinar estrategias de mejora que se basen en los puntos fuertes locales y se dirijan a las necesidades y aspiraciones de la población local. Parte del papel de Community Works en este trabajo ha sido preparar reportes o ‘briefs’ informativos que dotan a los equipos de evaluación de una rica información contextual sobre cada lugar que visitan, incluyendo la historia local, la demografía, los datos de salud y educación, la cultura y temas de actualidad que deben tenerse en cuenta en el proceso de seguimiento y revisión.

En cada uno de los ejemplos anteriores, trabajamos con nuestros aliados para analizar en profundidad y de forma holística determinados lugares y su funcionamiento, con el fin de capacitar a la población local para impulsar programas y servicios que produzcan beneficios sociales para toda la población.

En Community Works, entendemos que unas comunidades fuertes, sanas y empoderadas son elementos básicos para el desarrollo. Según nuestra experiencia, los enfoques basados en el lugar son especialmente poderosos cuando se trabaja con las Primeras Naciones y otras comunidades cuyas identidades y sistemas de creencias están estrechamente ligados a la tierra. Desde este punto de vista cultural, el pensamiento basado en el lugar es muy intuitivo.

A medida que las agencias de desarrollo nacionales e internacionales y los organismos de financiación se interesan más por los enfoques basados en el lugar, vemos un gran potencial para mejorar la alineación de las iniciativas a gran escala con las agendas, los sistemas de valores y las formas de pensar locales. Invertir en un enfoque basado en el lugar significa apoyar las relaciones sólidas entre las personas que trabajan juntas para lograr un cambio social positivo. Significa fortalecer los flujos de información desde las comunidades hacia los proveedores de servicios y hacia los gobiernos, y viceversa. Significa confiar en las personas más vinculadas a un lugar para que motiven la toma de decisiones a nivel local, porque son las que están mejor posicionadas para dirigir el progreso hacia una visión compartida. Para las agencias nacionales e internacionales, significa desempeñar un papel de apoyo en lugar de liderar.

Por todas estas razones, Community Works considera que el pensamiento basado en el lugar es muy compatible con la autodeterminación y muy pragmático cuando se trata de lograr mejores resultados para las poblaciones desfavorecidas.  Esperamos contribuir a la nueva evidencia sobre estos enfoques y seguir trabajando con nuestros socios para apoyar las mejores prácticas.

Haga clic aquí para leer nuestro informe «Scaling up place-based strategies to strengthen community early childhood systems» (Escalando de las estrategias basadas en el lugar para fortalecer los sistemas comunitarios de la primera infancia)